
Decidí esculpir tu cuerpo
a carboncillo
preparé los enseres
minuciosamente dibujaría cada uno de los pliegues de tu piel
y tus pestañas
incluso intentaría que se adivinase tu mirada , entre indiferente y nostálgica
esculpiría hasta tu pene erecto, aún me quema su calor
me atrevería con las líneas de tus manos, en ellas escritas tu presente sin mi
hasta el humo del cigarro impregnaría la lámina
fruto del mismo encendedor que luego quemaría los pliegues de tu piel,
y tus pestañas
incluso tu mirada
hasta tu pene erecto
y las líneas de tu mano
hasta que todo fuese humo,
el dibujo, tu recuerdo, Tú.
Al alba, luego de horas de trabajo,
luego del dolor de tu presencia
conseguí esculpirte
mas la magia convirtió el lápiz en cincel
la lámina en piedra
y lo único que consiguió el fuego fue oscurecerte,
y así, teñida de negro, tu escultura preside el salón de mi alma.