2.4.11


Decidí esculpir tu cuerpo

a carboncillo

preparé los enseres

minuciosamente dibujaría cada uno de los pliegues de tu piel

y tus pestañas

incluso intentaría que se adivinase tu mirada , entre indiferente y nostálgica

esculpiría hasta tu pene erecto, aún me quema su calor

me atrevería con las líneas de tus manos, en ellas escritas tu presente sin mi

hasta el humo del cigarro impregnaría la lámina

fruto del mismo encendedor que luego quemaría los pliegues de tu piel,

y tus pestañas

incluso tu mirada

hasta tu pene erecto

y las líneas de tu mano

hasta que todo fuese humo,

el dibujo, tu recuerdo, Tú.


Al alba, luego de horas de trabajo,

luego del dolor de tu presencia

conseguí esculpirte


mas la magia convirtió el lápiz en cincel

la lámina en piedra


y lo único que consiguió el fuego fue oscurecerte,

y así, teñida de negro, tu escultura preside el salón de mi alma.