15.10.11



E hoxe din media volta e marchei.

Chorando tódolos bicos que non puiden darche.

Porque sempre facemos o correcto.

[Quedóusenos pequeno o mundo]


12.9.11




Que eu sempre te vou amar seino

mais agora ámote doutro xeito

lene, pausado, desapaixoado

Dinme conta cando do amor liscou a esperanza de volver a sentirte

cando sacudín as caricias, conxelei os abrazos e agochei os orgasmos na memoria


Que eu sempre te vou amar sábelo

que te amo como soldado á batalla


Máis agora xa non é amor de amantes

é un amor de amigos

máis san, porque non sufro

pero eterno, porque xa non dependo de ti.



22.8.11


aínda que non estabas eu vinte
vinte en cada un dos homes que ocupaban o espazo no que te moves

non daba creto
a pesar dos anos saltábame o peito cada vez que cría albiscarte

mais non eras ti

a un faltáballe o teu pelo pincho
a outro a túa mirada que me conquistaba
a aquel as mans tiznadas...

e mentras camiñaba esperando que apareceses na outra beira da rúa..

...sentía...

os nervios no estómago daquel día que nos bicamos no parque

ou aqueloutro no renault dezanove, mentras de fondo o locutor radiaba o partido do barça

sentía tamén a felicidade daquelas festas nas que me levabas collida da man...sen ter que escondernos...

ata a tristura da festa grande, esa na que o medo che obrigou a volver con ela...

recordei ata a conversa con nieves, na que xuraba que na vida sería feliz se ti non estabas nela...

pode que só fose unha adolescente...

sí, só era unha adolescente

pero doíches ata ben entrados os vinte.

Hoxe xa non does, pero aínda hai oco para ti na miña ialma.

Xa non does, pero aínda me salta o peito pensando en atoparte.

Non does. Non.

Pero aínda teño a dúbida de si non será a distancia a menciña que me cura.

Aínda teño a dúbida de si non doerás cando un día, inevitablemente, nos atopemos de novo.

20.6.11


plantei unha cerdeira o día que decidiches deixar de amarme

para que en inverno as follas que xa marcharan
me recordaran o frío dos teus últimos abrazos
que foi mellor que marcharas

para que en primavera con cada flor que agromara
me recordara todas as que nunca me regalaches
que foi mellor que marcharas

para que no verán as polas cargadas de cereixas
propiciaran a sombra necesaria para olvidarte
que foi mellor que marcharas

para que no outono, as follas caendo
me recordaran como te fuches desprendendo de min
que foi mellor que marcharas

máis a cerdeira, teimuda

no inverno, espida ela das súas roupas,
recórdame o teu corpo espido
que oxalá estiveras aquí

na primavera, con cada flor que agroma
recórdame o meu corpo agromando
que oxalá estiveras aquí

no verán, coas cereixas xa maduras
recórdame os teus beizos saborosos
que oxalá estiveras aquí

no outono, cando as follas se desprenden, lenemente
recórdame as túas caricias esvarando por min
que oxalá estiveras aquí

plantei unha cerdeira,o día que decidiches deixar de amarme
para recordar que foi mellor que marcharas
para axudarme a olvidarte

pero a cerdeira, teimuda, medra e medra
para recordarme que oxalá estiveras aquí
porque sigo amándote


Carta sin despedida

13.6.11



A veces, mi egoísmo me llena de maldad, y te odio casi hasta hacerme daño a mí mismo: son los celos, la envidia, el asco al hombre, mi semejante aborrecible, como yo corrompido y sin remedio, mi querido hermano y parigual en la desgracia.

A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.


[Ángel González]

2.4.11


Decidí esculpir tu cuerpo

a carboncillo

preparé los enseres

minuciosamente dibujaría cada uno de los pliegues de tu piel

y tus pestañas

incluso intentaría que se adivinase tu mirada , entre indiferente y nostálgica

esculpiría hasta tu pene erecto, aún me quema su calor

me atrevería con las líneas de tus manos, en ellas escritas tu presente sin mi

hasta el humo del cigarro impregnaría la lámina

fruto del mismo encendedor que luego quemaría los pliegues de tu piel,

y tus pestañas

incluso tu mirada

hasta tu pene erecto

y las líneas de tu mano

hasta que todo fuese humo,

el dibujo, tu recuerdo, Tú.


Al alba, luego de horas de trabajo,

luego del dolor de tu presencia

conseguí esculpirte


mas la magia convirtió el lápiz en cincel

la lámina en piedra


y lo único que consiguió el fuego fue oscurecerte,

y así, teñida de negro, tu escultura preside el salón de mi alma.



28.3.11


Dice Sabina que al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver...

Ella trata de que esa sea la banda sonora de su vida

Paso a paso, cada día, se aleja un poco más de aquel hombre que algún día fue el lugar donde se sentía feliz

Evitando las miradas que le atrapan, escapando al mínimo roce de su piel, donde tanto tiempo habitó la pasión

evitando incluso las letras, las que al mismo tiempo la llenan y vacían de él

rompiendo fotos, como si la rabia con la que las rasga eliminase, además de la imagen, el sentimiento

quemando papeles, viendo como desaparece el negro sobre papel rojo de una carta que un día fue de amor...como si quemándola fuese a olvidar las palabras que durante años se fueron grabando en su alma

huyendo de los cafés donde cual mejor de las actrices aparenta una normalidad que no existe

y se pone la radio para no pensar en la oscuridad, pero esta noche Sabina la sorprende

así estoy yo sin ti...más triste que un torero al otro lado del telón del acero...Amargo como el vino del exiliado, como el domingo del jubilado, como una boda por lo civil, macabro como el vientre de los misiles, como un pájaro en un desfile...así estoy yo sin ti

Y entonces, contradiciendo al Maestro Sabina, aunque sea sólo en sueños, quiere volver, volver al lugar donde un día fue feliz

14.2.11


Permanencia

Duro decir:
Te amo,
mira cuánto tiempo, distancia y pretensión
he puesto ante el horror de esa palabra,
esa palabra como serpiente
que viene sin hacer ruido, ronda
y se niega una, dos, tres, cuatro, muchas veces,
ahuyentándola como un mal pensamiento,
una debilidad,
un desliz,
algo que no podemos permitirnos>

-ese temblor primario
que nos acerca al principio del mundo,
al lenguaje elemental del roce o el contacto,
la oscuridad de la caverna,
el hombre y la mujer
lamiéndose el espanto del estruendo-

Reconocer
ante el espejo,
la huella
la ausencia de cuerpos entrelazados hablándose.

Sentir que hay
un amor feliz
enjaulado a punta de razones,
condenado a morir de inanición,
sin darse a nadie más
obseso de un rostro inevitable.

Pasar por dias
de levantar la mano,
formar el gesto del reencuentro y arrepentirse.
No poder con el miedo,
la cobardía,
el temor al sonido de la voz.
Huir como ciervo asustado del propio corazón,
vociferando un nombre en el silencio
y hacer ruido,
llenarse de otras voces,
sólo para seguirnos desgarrando
y aumentar el espanto
de haber perdido el cielo para siempre.

Aunque me riña Aldabra, qué bonito que escribe Gioconda Belli.

8.2.11


Canto doe o silencio.

Tanto que bagoa a alma.

11.1.11



Este sueño que vivo,

esta nostalgia con nombre y apellido,

este huracán encerrado tambaleando mis huesos,

lamentando su paso por mi sangre...

No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,

el valle de mis días

está lleno de sombras innombrables,

voy a la soledad como alma en pena,

desacatada de todas las razones,

heroína de batallas perdidas,

de cántaros sin agua.

Me hundo en el cuerpo,

me desangro en las venas,

me bato contra el viento,

contra la piel que untada está a la mía.

Qué haré con mi castillo de fantasmas,

las estrellas fugaces que me cercan

mientras el sol deslumbra

y no puedo mirar más que su disco

-redondo y amarillo-

la estela de su oro lamiéndome las manos,

surcándome las noches,

desviviéndome,

haciéndome desastres...

Me entregaré a los huracanes

para pasar de lejos por esa luz ardiendo.

Estoy muriéndome de frío.


[Gioconda Belli. Ella lo dice mejor]